jueves, 13 de marzo de 2014

De dónde venimos

La revolución industrial tuvo éxito porque ayudó a suministrar bienes necesarios. La mecanización agrícola permitió alimentar a más personas a un menor precio, con lo que en teoría se acabó con el hambre en el primer mundo. Una vez cubiertas las necesidades, pasamos a cubrir nuestros deseos, a permitirnos lujos antes inimaginables para generaciones inmediatamente inferiores (¿Cuántas veces nuestros padres han viajado al extranjero? ¿y nosotros? ¿Cuántos coches tuvieron nuestros padres a lo largo de su vida? ¿y nosotros? Nuestros hijos, que ahora tengan por ejemplo 4 años ya han tenido mas juguetes de los que nosotros tuvimos durante toda nuestra infancia y juventud), del lujo hemos pasado al exceso. La revolución industrial y con ella el dinero hizo libre a generaciones que no tenían posibilidad de tener vivienda, ropa y/o alimento, pero las últimas generaciones no hemos sabido (y no nos han dejado/ayudado) aprovechar ese dinero para convertirlo en tiempo y libertad, mas bien al contrario, hemos adquirido cadenas de oro, pero al fin y al cabo cadenas. El sistema nos ha hecho confundir nuestros deseos y convertirlos en necesidades. Nuestros padres deseaban tener una televisión en casa, y nosotros necesitamos una televisión en cada habitación. Hemos convertido los deseos en necesidades. Estas necesidades nos convierten en esclavos. El estadounidense medio trabaja un 20% mas ahora que en 1973 y dispone de un 32% menos de tiempo por semana. Trabajamos mas y tenemos menos tiempo, y lo hacemos porque queremos, porque queremos cosas que no necesitamos, cosas que nos obligan a trabajar mas horas para conseguirlas y que por lo tanto nos roban nuestro tiempo. En otro tiempo trabajábamos para algo, para conseguir un fin (para cubrir unas necesidades, mayores o menores), en cambio ahora no nos planteamos porque trabajamos, simplemente vamos nos levantamos, nos aseamos, nos vestimos, vamos a trabajar, trabajamos las horas que nos dicen, volvemos a casa y nos sentamos agotados. Pero, ¿Por qué trabajamos ahora? Una vez cubiertas las necesidades básicas de vivienda (sin lujos), ropa (no ostentosa) y alimentación (sin excesos) ¿que mas necesitamos?¿un coche? ¿un viaje? ¿comprar algún libro, algún disco? ¿salir a cenar algún día al mes? Donde está el límite. Destinamos tanto tiempo a ganar dinero que no nos planteamos cuales son nuestras necesidades ni nuestras prioridades. El lugar de ayudarnos a ser mas independientes y a sentirnos satisfechos, hemos creado más dependencias, nuestros deseos se han convertido en necesidades y finalmente en obligaciones. Estas necesidades nuevas realmente no son necesidades, por lo que deberíamos ser capaces de liberarnos de ellas fácilmente y así también de las obligaciones. A pesar de que ya han cambiado nuestras condiciones de vida (fácilmente tenemos cubiertas nuestras necesidades de vivienda, ropa y alimentación seguimos con las viejas normas de producción y consumo de bienes materiales, por lo que nuestro alto nivel de vida no ha traído como consecuencia una mejor calidad de vida.

3 comentarios:

  1. acabo de ver tu blog, es muy interesante y una pena que no pueda suscribirme por e-mail.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy aprendiendo, cuando sepa como hacer subscripciones lo pondré.
      Gracias

      Eliminar
  2. acabo de descubrir tu blog y me parece interesante, es una lastima que no tengas suscripción por email

    ResponderEliminar